¿Sabía que hay personas en este mundo que pueden hablar psíquicamente con los muertos? ¿O que los médiums pueden contactar con los difuntos? Si alguna vez te has topado con «Alicia Collado vidente» o «clarividente» en la descripción de un trabajo o en una búsqueda en Internet, probablemente significa que esa persona ha tenido malas experiencias con médiums psíquicos. Lo último que alguien querría es sentirse juzgado o dudar de él. Después de todo, ¿no se supone que conectar con tu yo del pasado es una de las mejores formas de navegar por el futuro? Entonces, ¿cómo saber si una lectura psíquica es adecuada para ti? ¿Te has preguntado alguna vez si otras personas tienen un interés personal en exagerar los poderes de sus propios videntes? Permítame darle algunos consejos sobre cómo obtener una visión más realista de lo que un médium puede poner sobre la mesa.
Llegar al fondo de la terminología «psíquico» y «clarividente» en primer lugar.
El primer paso para entender los diferentes tipos de psíquicos es llegar al fondo de los dos términos «psíquico» y «clarividente». Muchas personas tienen una connotación o imagen negativa de la palabra «clarividente» cuando escuchan la palabra «psíquico», pero en realidad las dos palabras son diferentes. Un vidente es una persona que estudia los aspectos espirituales de la vida, mientras que un clarividente es una persona dotada de visión espiritual. Un vidente es una persona formada y educada que puede conectar con la energía del universo e interpretarla para los demás. Un clarividente es una persona que tiene la capacidad de ver en el reino espiritual e interpretar los datos que recibe.
Intenta leer alguna investigación real sobre médiums.
Cuando empieces a aprender sobre los diferentes tipos de médiums, te darás cuenta de que mucha gente utiliza las palabras «leer» y «oír» en relación con los médiums. Leer es lo que haces cuando miras en una bola de cristal o en una carta del tarot y buscas información. Puedes imaginarte a ti mismo como un adivino, mirando dentro de una bola de cristal y recopilando información. Si alguna vez te has preguntado si otra persona puede «leerte la mente», probablemente te hayas encontrado con un médium. Lo mismo ocurre con las visiones «clarividentes». Tal vez haya oído hablar de «leer las hojas de té» para interpretar los sueños. No existe tal cosa como «leer las hojas de té» u «oír las hojas de té». Lo que la gente suele querer decir es que reciben impresiones o datos que parecen indicar lo que está ocurriendo en la vida de otra persona basándose en las cosas que están leyendo, oyendo o viendo. Los hechos y sólo los hechos, sin adornos ni interpretaciones.
Deja los auriculares y busca pistas en su lenguaje corporal.
Cuando interactúes con un vidente por primera vez, te darás cuenta de que lleva auriculares, o al menos se supone que los lleva. Suelen ser modelos con grandes auriculares que bloquean casi todo el sonido. Sin embargo, si te fijas bien, verás que los auriculares no los cubren por completo. La persona que los lleva puede mantener las puntas de los dedos tocando ligeramente los auriculares para poder «leerte» sin tener que tener en cuenta tus pensamientos o sentimientos completos. ¿Esa persona te está leyendo con precisión o sólo trata de emplumar sus propios pernos? Si te lee un profesional, no te hará perder el tiempo con preguntas o comentarios inútiles. Sólo irá al grano y te dejará datos para que puedas avanzar. Si te lee un lector ocasional, es posible que te haga preguntas para tratar de llegar al fondo de la cuestión. No sólo intentan leerte la mente, sino que también quieren saber lo que te gusta y lo que no. Esto podría ser una señal de que el lector ocasional está intentando influir en tu lectura. Si crees que te han leído la mente, elige con cuidado tus palabras cuando te comuniques con el médium.
Busca pistas en su lenguaje corporal.
Cuando estás interactuando con una entidad psíquica, puedes notar que están bastante rígidos o estáticos cuando están leyendo. Esto se debe a que están leyendo sus propios pensamientos o sentimientos, que son bastante densos y confusos, sin ninguna claridad o coherencia. Para obtener una lectura psíquica, el psíquico tiene que ser capaz de ver lo que pasa por la mente de la persona que recibe la lectura. De lo contrario, la lectura no será más que un montón de información aleatoria. Puede que notes que la persona que lleva los auriculares tiende a colocar las manos en posiciones específicas. ¿Tienen las manos más planas o los dedos más largos que la media? Si tienen los dedos largos, puede que los coloquen bajo la barbilla en una posición «suave» o «tranquilizadora» para calmar la mente y abrir el corazón. También puedes observar que la persona que lleva guantes tiene las manos delante o que lleva un guante de tela o de ante. Esto podría ser una señal de que se están centrando en un objeto que tienen delante para intentar recabar información. Si recibes una «lectura» de un lector casual, deja que siga con ella sin entrometerse en tus asuntos. Sin embargo, si quieres que un profesional te aclare algo, probablemente deberías escuchar lo que tiene que decirte.
Pide respuestas basadas en pruebas y no consejos psíquicos.
Algunas personas tienen miedo o desconfían de lo desconocido y prefieren ignorar una lectura que parece indicar que tienen un problema. Otras simplemente están demasiado ocupadas o no tienen tiempo para una lectura larga. Estas personas podrían querer retrasar la toma de una decisión sobre algo hasta obtener un informe completo del médium. Sin embargo, cuando recibes una lectura de un profesional, éste te dará datos o te dará respuestas que ha recopilado basándose en hechos y cifras. Por ejemplo, un médium puede decir que ha «visto» dinero entrando en tu cuenta o que ha «oído» que tienes cáncer. Ambas cosas no son señales definitivas, sino datos sugestivos. El lector también podría darte datos sobre tus finanzas que puedes utilizar como guía o medida preventiva para tu futuro.